Es bastante probable que Chris Peterson me haya influido más que cualquiera de mis profesores. En los 90’s mi héroe era un gilipollas integral, un retrasado mental, un idiota sin remedio. Desde entonces, mi principal criterio para valorar a una persona es si le gusta o no “Búscate la vida”. Punto.
Detrás de los 35 capítulos que nos dejó la serie en dos temporadas (en España empezaron a emitirla en 1992 en Canal+), estaban Chris Elliot, dando vida a Chris Peterson, y Adam Resnick; ambos guionistas en el Late Night de David Letterman; aunque algunos de los mejores capítulos estuvieron firmados por Charlie Kaufman (“Eternal Sunshine of the Spotless Mind”, ”Cómo ser John Malkovich”) y Bob Odenkirk (“Fargo”, “Breaking Bad”). Todo Cuadra.
Chris es un tipo calvo y fofo que a los 33 aún vive con sus padres, trabaja repartiendo periódicos en una bicicleta y tiene las ideas más absurdas que hayan podido verse en una sitcom. Un capítulo tras otro, se nos presenta a un incapaz lidiando con las situaciones más comunes: intentar batir el récord de apilarse cosas en el estómago, hacerse un zumo para viajar en el tiempo y solucionar los problemas de su compañero de piso (al final de la primera temporada se muda a vivir con un expolicía), convertir a un extraterrestre en su mejor amigo (que finalmente acabará comiéndose) o adquirir el superpoder de deletrear y de la papiroflexia después de haber sido contaminado por residuos tóxicos. Y un capítulo tras otro vemos cómo Chris siempre optará por el camino menos transitado y por la solución más surrealista: ¿Cómo pasar más tiempo con su padre? La respuesta es fácil, armando con él, en la bañera, un submarino que le ha tocado en los cereales y en el que acaban los dos encerrados (Neptuno 2000. Capítulo 20 de la 1ª temporada). ¿Cómo ayudar a tu compañero de piso, un expolicía retirado y amargado que metió la pata en los 70’s meándose encima de su jefe? Pues preparando un zumo para viajar en el tiempo con ingredientes como un reloj o un mechón de pelo de Michael J Fox (1977 2000. Capítulo 12 de la 2ª temporada).
Chris es tan tonto que merece morir. De hecho, lo hace en 11 ocasiones a lo largo de toda la serie. Muere aplastado por una roca, de un disparo, de anginas, congelado… No es un personaje muy alejado de Homer Simpson, Peter Griffin o incluso de Pedro Picapiedra. Todos sufren las consecuencias de sus disparatadas ideas. Nosotros reímos viendo cómo las sufren. Bonita manera de liberarnos de nuestras miserias.
La serie duró poco, la Fox la fulminó después de una primera temporada bastante desastrosa en cuanto a audiencias. Hicieron 13 capítulos más y la tiraron a la basura, En 1992 llegó a Canal+ y la estuvieron reponiendo hasta 1995, tiempo suficiente para grabar a fuego en mi memoria (y en 14 cintas VHS) los momentos más divertidos que he vivido viendo televisión.