Un nuevo disco de Bad Religion es sello de calidad y salvaguardando un período muy cortito, no han defraudado en ningún momento.
Es cierto que ya no van a demostrar nada nuevo dentro de sus parámetros, pero mantener ese nivel que llevan facturando durante décadas está al alcance de muy pocas bandas del palo (o de ninguna) y menos a los que tienen suerte de ser dignos de poder comprobarlo en sus impecables directos, a pesar de que el mejor batería que ha formado parte de sus filas decidió abandonarlas antes de este nuevo período.
Age Of Unreason es otro disco, que ya sea desde la vuelta a Epitaph, desde la reincorporación de Mr. Brett o de las dos cosas conjuntas, se nutre de temas que por inercia se pueden permitir el lujo de ir intercalando en sus homilías con otros cortes propios de los 90, que no desentonan en absoluto y que quizá los veteranos fans no podrían sacar alguno que sobresalga, pero que el nuevo relevo generacional sí podría. Ahí apuntan maneras Old Regime y el corte que da nombre al disco.
El nuevo largo no puede empezar mejor, con 4 temas vertiginosos que, si no habías escuchado los adelantos, puedes recibirlos como un soberano guantazo en la cara y que tienen la delicadeza de recuperarte de ello en Lose Your Head, la cual estratégicamente cumple sus funciones balsámicas, pero es de sus temas lentos más descafeinados y no es que los temas lentos no hayan sido nunca su especialidad: Sanity, Two Babies In The Dark, Struck A Nerve, Infected… son himnos indiscutibles en su trayectoria.
Después de una presentación, dejando evidente que siguen en forma, comienza el bloque central entremezclando temas de medios tiempos y los hits que se han mencionado anteriormente.
Hay que tener en cuenta que como siempre hay cortes de segunda línea que podrían parecer de relleno comparándolos con los pildorazos que tanto deseamos (End Of History, Downfall, Since Now). Sin embargo destacar Big Black Dog, que solamente la percepción de lo bien que se lo pasan firmando otro tema que parece ajeno a ellos, hacen disfrutar de manera más que acertada. Nunca les falta un tema así de improvisado y se les reprocharía.
Para finalizar ponen la guinda sobre el pastel con firma de la casa recordando a las despedidas de muchos de sus anteriores largos que nos dejan tan buen sabor de boca y notificando un trabajo bien hecho, pero en particular al que pueda ser su disco bandera, Recipe For Hate. Esta vez con la joyita What Tomorrow Brings. Misma velocidad, misma travesura de melodías, mismo himno y en definitiva, mismos Bad Religion.
En resumen, la noticia más grande que podemos prever con este nuevo trabajo, es que confirman que hay ellos para rato.