Slipknot – We are not your kind

Slipknot

Hablar de Slipknot nunca es fácil. Desde que aparecieron los monos rojos en nuestras pantallas muchos pensábamos que se trataría de un grupo pasajero.

Estamos hablando de finales del siglo pasado cuando unos enmascarados podían parecer un supergrupo oportunista que se aprovechaba de la nueva escena metalera de finales de los 90, que nos iban a entretener con un par de discos y poco más. ¿Quiénes estaban detrás de esas máscaras?, ¿Cuál era ese proyecto que muchos pensábamos que era a corto plazo?, ¿Querían aprovecharse de la nueva ola del nu metal?

Pues esa cuadrilla llegó para quedarse y ya no es una insensatez decir que los estadios de todo el mundo les están esperando.

Escribiendo estas líneas su disco más idolatrado cumple 18 años. Su disco más inspirado. Iowa, sigue sonando igual de serio, duro, adelantado y es lo que conlleva llegar a ser imperecedero por muchos más lustros que pasen sobre él.

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IOWA. Segundo disco de SLIPKNOT

Slipknot llegó para quedarse y no hay nada mejor para confirmarlo que dando un puño en la mesa con un segundo disco superando a una carta de presentación admirable en un marco que parecía estar completo.

Vender humo no es una tarea que les falte, y desde muy temprano tienen más que asumido que su inminente disco es el mejor que nunca han sacado y te lo llegas a creer con una promo impecable. Pero no siempre ha sido así ni por asomo. ¿Estamos ante su mejor disco en 18 años?

Con toda seguridad uno se puede tirar al barro tranquilamente asegurando que esta vez sí se encuentra con un disco muy a la altura. Esta vez sí-Siéntate, Insert Coin y abróchate el cinturón que vienen curvas sustanciosas.

Corey muestras sus cartas rápidamente con su faceta más melódica. Con su primer estribillo, deberías saber que no se guarda nada detrás de su máscara y se encarga de que no se te olvide el resto del disco.

Dosificar los pildorazos de los de Iowa no es tarea fácil cuando vienen tan inspirados con esta nueva obra de sutileza musical.

Repartir un abanico de hits de los de toda la vida como Unsainted, Nero Forte, Critical Darling, Red Flag, Orphan, es merecedor de intercalarlos con los pasajes que ayudan a instruirte para el siguiente corte. Los fans de siempre están de suerte.

Queda la duda si la rareza que es My Pain cumple esa función con un minutaje de más de 6 minutos. Quizá con el tiempo se pueda el oyente familiarizar con ella, sobre todo, si formara parte de una banda sonora bizarra, como el resto de interludios.

Entre todos los temas rápidos y la infinidad de riffs que tiene el álbum, hay cabida para la solemnidad con A Liar´s Funeral, perfectamente ubicada y que llega a calar mucho por su oscura emotividad.

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Los Slipknot bajando a comprar el pan

Hasta el último detalle está engranado, incluso contando con cortes como la arriesgada Spiders, nada usual en ellos y en donde sacan a relucir su electrónica, muy palpable en todo el álbum. Se han encargado de dejar patente que tienen aún mucho que ofrecernos.

Crear un disco redondo trata de eso. Dar al usuario lo que busca dejando claro que lo has hecho con toda la intención. Si encima lo haces sorprendiendo, te consagras. Un disco que sí o sí será lo mejor del año y que ellos mismo lo han utilizado para dejar claro que son el relevo de las grandes bandas del metal.

We Are Not Your Kind es una pieza rígida. En su ya larga carrera lo que más se puede tener en cuenta, es que la voz del frontman esté al 100% y estamos en ese momento. Guturales y melódicos son mermelada para el paladar de tus oídos. A veces se le puede reconocer su toque Stone Sour como en Not Long For This World, pero no se le puede reprochar nada a esa bipolaridad vocal.

Todos sabemos que después de la tormenta viene la calma. Con Slipknot ocurre lo contrario. Cuando en tus altavoces escuchas su calma prepárate para una nueva sacudida y así ocurre hasta el final del nuevo trabajo con Solway Firth, posiblemente su tema más inspirado y sorprendente en años. Sin estribillo evidente y con una intervención estelar de toda la plantilla te deja un regusto agridulce con intención de no poder esperar más al siguiente capítulo de tu serie favorita. La partida acabó, pero puedes otra vez echar una nueva moneda y comienza de nuevo Insert Coin.

Han sacado un disco contundente en su mejor momento. Están en una etapa que defienden a capa y espada su gran forma. Sus directos están siendo demoledores y en su paso por España Corey, como director de orquesta, ha dejado constancia de que está en una época que nada tiene que ver con la gira del Vol. 3. Han envejecido mejor que bien y el siguiente escalón es que los va a tararear la persona que menos te lo esperas, cuando en el siglo pasado ellos no eran su tipo en absoluto.

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