“La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia”, decía Allan Poe. Y así de ancho respondía para explicar sus peculiaridades...
Entrar en contacto con el mundo de Lydia Lunch es como bajar al sótano de una casa abandonada. Suciedad, caos, oscuridad, óxido, mugre, silencios y olores inquietantes se agolpan en tu retina...